Un nuevo curso, una vieja amiga

Sus pasos se detuvieron en seco cuando la escuchó, la perfecta Eveline Evans se había salido de su correcta formalidad. Al girarse se quedó unos largos segundos observándola en segundo mientras pensaba como empezar a explicarle lo sucedido.- Es una larga historia y para nada feliz. Como debes de suponer no estuve de vacaciones.- se obligó a sonreír para que el ambiente no fuera tan tenso como hasta ahora.

Lo mejor es que empiece por el principio- No sé que te habrán contado sobre la batalla contra el Fénix Negro pero la muerte de Damocles creo que es suficiente ejemplo.- Aaron tuvo que hacer una pausa al recordar como su compañero los observaba con sus ojos sin vida. A pesar de pelear juntos los dos no llegaron a entablar una gran amistad pero el griego no deseaba la muerte a nadie.- Yo estuve a punto de seguir su misma suerte, había perdido demasiada sangre, y si Aleksei me hubiera llevado a la enfermería tal vez no habría sobrevivido.- dejó unos segundos para que interiorizara sus palabras.- Así es, si estoy vivo no es gracias a la medicina. Tuvieron que buscar otra alternativa, una a la que no di consentimiento. Tampoco es que me encontrara con la capacidad de darlo.- volvió a hacer otra pausa.- Del mismo modo que los humanos necesitáis medicamentos para curaros, los vampiros regeneran su cuerpo con la sangre.- intentó preparar bien el terreno antes de soltarle la bomba.- Así es, Eve, soy un vampiro; tampoco ssoy el Aaron que conociste hace un año atrás.- dijo esperando su reacción que imaginaba que sería peor que la anterior.

La incredulidad de Eveline fue mejor que el desprecio que creía que iba a ocasionar su confesión, o por lo menos un súbito terror que la obligara a huir de él. Al contrario, la inglesa se acercó a él hasta quedar a un palmo de su rostro. Los ojos dispares de ella le observaban intentando descubrir si lo que decía era verdad o no, su cabello húmedo los había dejado al descubierto permitiéndole apreciarlos por primera vez en todo este tiempo. Aaron dejó que el aventurero dedo de ella viajara hasta sus labios, rozándolos con delicadeza y explorándolos hasta encontrar lo que buscaba. A pesar de la situación no se vio como un espécimen de una criatura extraña sino que llevó esa acción hacia otro ámbito, disfrutando de su suave tacto hasta que llegó la reacción esperada.

- ¿Comprendes ahora por qué no vine antes?- preguntó con suavidad siendo esta vez él quien se acercó a ella.- Habría sido peligroso para todos, incluso para ti.- alargó una mano hacia su rostro pero no llegó a tocarla pues la retiró. En ese momento no sabía que decir ni que hacer, todo estaba dicho ya.- Sé que un año sin vernos es mucho y que mi situación no es la más deseable pero me gustaría que todo fuera como antes, o por lo menos en parte. ¿Realmente podemos olvidar todo lo que vivimos tan rápidamente?- Eveline había sido su mejor amiga en Olimpya, la persona que estuvo a su lado cuando Irina se marchó, los dos se había apoyado mutuamente en los momentos malos; Aaron se negaba a que todo terminara tan repentinamente.

El shock del reencuentro todavía estaba presente entre ellos dos pero parecía despejarse lentamente, tal vez en el fondo no habían cambiado tanto como creían. Eveline se veía todavía nerviosa y no conseguía encontrar las palabras correctas y Aaron tampoco. Finalmente la rodeó con sus brazos para tranquilizarla y abrió la boca para añadir:- Sí, estoy aquí.

No supo el tiempo que estuvo abrazado a ella pero era algo que había deseado en todo este tiempo de ausencia. Tras frotar un par de veces su espalda se separó y sonrió.- Es mejor que vayamos a la residencia antes de que vuelva a llover.- alzó la mirada al cielo de espesas nubes grises.

Aaron siguió los pasos de Eveline algo rezagado pero al ver a lo lejos el edificio blanco, que identificó como la residencia, se adelantó hasta quedar a la par. El silencio que se había formado entre los dos le pareió incómodo y sumado a la curiosidad lo rompió con su voz.- Cuéntame cómo te ha ido este año pasado. ¿Cómo has conseguido que tus padres aceptaran que te quedaras?- esa pregunta le había rondado desde su encuentro en el vestíbulo.

- Me tienes que poner al día, un año es más de lo que creía.- se llevó una mano a la nuca, pensativo. No sabía como estaban realmente sus amigos ya que Eveline no sabía mucho de ellos por lo que tenría que buscar información de otra manera, sin embargo este instante era para la inglesa.

Anya, no había reparado en ella. La pequeña de los Evans no se separaba mucho de su hermana y no veía con muy buenos ojos los acercamientos de Aaron. Seguramente prefería a su prometido, alguien de una familiar mejor que la del griego. Su rostro se volvió serio al escuchar los nombres de sus antiguos compañeros a los que no volvería a ver más.

- Y espero no tener que abandonar el lugar, al fin y al cabo aquí está lo poco que tengo.- el vampiro no era un chico de muchas amistades, en realidad sólo tres seguían vivos.- Yo me alegro de estar de nuevo contigo.- le sonrió asegurándose de no mostrar los dientes, no después de ver su reacción anterior.

Los dos entraron en la residencia donde se tendrían que separar, ella para ir a su habitación y él para ir a rellenar más papeles.- Bueno creo que esta es la despedida...- dijo colocando mejor la bolsa de mano en su espalda.- Cuando tenga un poco de tiempo y me haya instalado del todo te enviaré una nota, así quedamos y recuperamos el tiempo perdido. He echado de menos Elinto.- dio unos pasos hacia ella y le dio un beso en la mejilla.- Nos vemos, Eve.- hizo un saludo con la mano y se alejó en dirección a la secretaría.